Quizá al caminar en algún parque ha visto o escuchado un grupo de jóvenes que se reúnen alrededor de un altavoz, y en medio de estos, dos de ellos se encuentran rimando de forma improvisada. Esta no es una actividad que promueva la procrastinación, a esto se le denomina “freestyle”, y así como otros géneros de música, este también es una forma de arte y cultura, pues desde sus orígenes tienen un importante propósito: comunicar cultura.

 

Estos orígenes se dieron en las comunidades más vulnerables de raza negra, latinos y judíos que se encontraban en el país de Estados Unidos dentro de los barrios Manhattan y en El Bronx, donde la violencia y el peligro hacían del ambiente uno de los lugares más horribles para vivir. 

Pero de estas ruinas y la desfavorecida vida que debían sobrellevar los habitantes como consecuencia de las malas decisiones del gobierno, nacieron los colores que dieron origen al "grafiti" como una herramienta que les permitió materializar su cultura. Junto a esta marca se dieron las rimas, expresiones orales que desde el corazón de un pueblo herido, querían expresar el alma podrida de New York. Robert Moses, fue un funcionario público que puso el desarrollo económico y el valor de las carreteras por encima del bienestar humano, destruyó las casas de miles de personas para levantar carreteras, provocando el aumento de las rimas, debido a que era una manera de expresar el dolor que sentían.

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El género extendió su influencia al resto Nueva York y New Jersey, destacado por sus patrones de ritmo repetidos de forma regular y su percusión influenciados en el breakdance, incorporando posteriormente características de synthpop y el hip hop.

 

Estas rimas se popularizaron rápidamente en la audiencia gracias a las canciones que se transmitían por radio, llevando al freestyle a la cultura popular.  Las rimas de este género no las hace cualquier persona, se tratan de horas de práctica y una gran capacidad de improvisación que hace del freestyle algo relativamente complejo con melodías en tono alto y coros, que hablan sobre la ciudad, corazón roto, amor, o baile. 

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Visto como una práctica que no aporta beneficios a los jóvenes

En la ciudad de Bucaramanga el freestyle es visto por un pequeño porcentaje de la población como una práctica que no aporta beneficios a los jóvenes y ven a quienes lo practican como personas no íntegras que son mal ejemplo a seguir y una influencia para que los más inocentes entren en el mundo de la drogadicción.

 

Desde esta perspectiva se realizó un sondeo a 12 personas para saber que piensan sobre este tema:

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Los jóvenes que hacen parte del freestyle

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La estigmatización que no lo deja crecer en Colombia

 

El freestyle en otros países de Latinoamérica como

Argentina, Perú y México ha tenido un buen desarrollo,

sus bases son sólidas, sin embargo, en Colombia no cuenta

con las mismas características. Las causas según el

productor de música, Juan Music Records, es la

“estigmatización” que se le da al freestyle como género

musical.

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 El freestyle no es el único género de música en el cual sus autores emplean rimas, tiene un primo llamado "trova", que diferencia de este género, al freestyle le hacen el feo, es infravalorado como expresión artística y cultural, aunque tiene las mismas intenciones de expresar amor, pensamientos, opiniones y sentimientos sobre temas políticos y sociales al igual que la trova lo hace por medio de la composición poética. 

La infravaloración del freestyle se debe al pensamiento que tiene las personas sobre quienes lo practican, pues, aunque tiene una esencia parecida a la trova, esta última es desarrollada por personas adultas con una apariencia formal que brindan a la trova mucho más reconocimiento artístico y cultural, que el que puedan llegar a generar los jóvenes y su informal forma de vestir. 

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El freestyle no es una mera manifestación de ocio, al igual que los demás géneros musicales, las rimas también tiene el objetivo de transmitir sentimientos, expresar opiniones y compartir cultura. Sus practicantes no son lo que la sociedad piensa de ellos, en sus reuniones no buscan hacer daño a los demás, se trata de personas que practican su género musical al igual que los demás artistas, aunque no tengan un escenario privado para hacerlo debido al poco apoyo que reciben. No se debe tener miedo a asistir a los eventos de freestyle, pues se perdería la oportunidad de descubrir un género musical en el cual la rima y la improvisación que hacen parte del talento de los jóvenes dejarán a más de uno con la boca abierta.

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Lugares de Santander en los que realizan freestyle

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